TRANSFORMACIONES EMOCIONALES EN 'LOS CACHORROS'

 

Llanos Chavez Yhon Keiner.  

Terrones Goicochea Jhan Carlos  

Saldaña Ñontol Cleber Abdul 

 

“Los cachorros” de Mario Vargas Llosa, Cuéllar sufre un brutal ataque por parte del perro Judas, resultando en una experiencia traumática con profundas consecuencias para su identidad y bienestar emocional. La vívida descripción del ataque y las respuestas de los personajes destacan la crudeza de la experiencia, que puede destruir y transformar la identidad del sobreviviente, subrayando la capacidad de los personajes para enfrentar y superar experiencias traumáticas. Se da la siguiente escena:  

Lalo chilló se escapó mira hermano y alcanzó a cerrar la puertecita de la ducha en el hocico mismo del danés. Ahí, encogido, losetas blancas, azulejos y chorritos de agua, temblando, oyó los ladridos de Judas, el llanto de Cuéllar, sus gritos, y oyó aullidos, saltos, choques, resbalones y después sólo ladridos.  

(Vargas,1982, p.4) 

En este fragmento se muestra la intensidad del evento traumático y su impacto emocional duradero en la psique y el comportamiento de los individuos. Se enfatiza la importancia del proceso de recuperación, incluyendo la reconstrucción de la seguridad y el tejido social. Aunque el trauma puede ser transformador, también es una oportunidad para el crecimiento y la resiliencia, demostrando el poder humano para encontrar sentido y seguir adelante. 

 Cuéllar, tras el evento traumático, regresa al colegio con un renovado interés en el deporte, pero descuida sus estudios, reflejando la complejidad de la respuesta humana al trauma y cómo las personas buscan formas de enfrentar situaciones difíciles. 

Sólo volvió al Colegio después de Fiestas Patrias y, cosa rara, en vez de haber escarmentado con el fútbol (¿no era por el fútbol, en cierta forma, que lo mordió Judas?) vino más deportista que nunca. En cambio, los estudios comenzaron a importarle menos.  

(Vargas,1982, p.6) 

Las experiencias traumáticas influyen significativamente en las prioridades y comportamientos de una persona, destacando la importancia de encontrar un propósito para superar el sufrimiento. Cuéllar, al enfocarse en el deporte, busca logro y validación para sobrellevar su trauma, pero su desinterés por los estudios muestra un desequilibrio. Cuéllar adquiere el apodo "Pichulita", que le causa gran malestar y afecta su autoestima, simbolizando la agresión y la falta de empatía de sus compañeros en el entorno escolar. La inseguridad física de Cuéllar refleja su lucha interna y alienación, y su deseo de aceptación sin temor al rechazo, criticando las normas sociales y los estándares de belleza que dictan el valor y la aceptación de una persona. dado esto se menciona lo siguiente: 

Él se había conformado y ahora está desesperado y mañuco, pero a lo mejor más tarde, la ciencia adelantaba a tanto ¿no es cierto?, descubrirían algo y Lalo no, su tío el médico le había dicho no, no hay forma, no tiene remedio.  

(Vargas,1982, p.20) 

En "Los cachorros" de Mario Vargas Llosa, Cuéllar experimenta una transformación profunda después de un traumático ataque por parte del perro Judas. Este evento deja cicatrices físicas y afecta su identidad emocional. Al regresar al colegio, Cuéllar encuentra consuelo en el deporte, pero descuida sus estudios, mostrando la complejidad de la respuesta humana al trauma. El apodo despectivo "Pichulita" que adquiere refleja la falta de empatía y el impacto negativo de las burlas en su autoestima, mientras critica las normas sociales que dictan la autoaceptación basada en la apariencia física. 

 

Referencia 

Vargas, M. (2015). Los cachorros. Editorial Verbum. Verbum. https://mercaba.org/SANLUIS/ALiteratura/Literatura%20Peruana/Vargas%20LLosa,%20Mario/Los%20cachorros.pdf