LA CLARIDAD MENTAL COMO CLAVE PARA EL ÉXITO EN EL APRENDIZAJE

 

                Por Castillo Calderon Franklin, Escobar Castrejón Mauricio Javier y Chiclote Azañero Diego Iván. 

 

Carlos Castaneda, nacido en 1925, fue un antropólogo, visionario y escritor Cajamarquino, Se considera una de las figuras más influyentes en la literatura esotérica. Durante su tiempo en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), conoció a don Juan Matus, un indígena de la tribu yaqui, quien se convirtió en su mentor y guía espiritual. Castaneda se hizo famoso en la literatura esotérica a través de las experiencias que vivió durante su encuentro con el hombre. Una de sus obras más famosas, Las enseñanzas de Don Juan, fue escrita en 1960 y se centra en sus aprendizajes y experiencias bajo la guía de su mentor. 

 

Serví como aprendiz primero en Arizona y después en Sonora, porque don Juan se mudó a México durante el curso de mi preparación. El procedimiento que seguí fue verlo durante unos cuantos días cada determinado tiempo. Mis visitas se hicieron más frecuentes y más largas durante los meses de verano de 1961, 1962, 1963 y 1964. En retrospectiva, pienso que este método de conducir el aprendizaje impidió que la enseñanza fuera completa, porque retrasó la venida del compromiso pleno indispensable para convertirme en brujo. 

 

                                                                                               (Castaneda, 1968, p.6) 

En el pasaje se destaca que Carlos Castaneda no logró convertirse en un brujo siguiendo las enseñanzas de Don Juan Matus, debido a su falta de compromiso y claridad mental. A pesar de que el autor solía visitar a su benefactor de vez en cuando, estas visitas interrumpieron su progreso y su dedicación total necesaria para transformarse. 

Su maestro tenía como objetivo enseñar a su aprendiz nuevas expectativas sobre el mundo, en lugar de limitarse a la práctica de trucos o magia como los antiguos toltecas. Esté creía que era esencial tener una mente clara para aprender porque ver el mundo real es diferente a hacer magia. No obstante, la técnica que su estudiante desarrolló le enseñaba lo contrario, lo que le impedía percibir el mundo de esa manera. 

 

Mi incapacidad de lograr una comprensión parece haber nacido del hecho de que, tras cuatro años como aprendiz, seguía siendo un principiante. Resultaba claro que el conocimiento de don Juan y su método de trasmitirlo eran los de su benefactor, así mis dificultades para comprender sus enseñanzas debieron de ser semejantes a las que él mismo experimentó. Don Juan aludía a nuestra similitud como principiantes en comentarios incidentales sobre la incapacidad de comprender a su maestro durante su propio aprendizaje. Tales observaciones me llevaron a creer que, para cualquier principiante, indio o no, el conocimiento de la brujería se hacía incomprensible por las características extranjeras de los fenómenos que el aprendiz experimentaba. 

                                                                                                     (Castaneda, 1968, p.7) 

 

Sugiere que la concentración de uno mismo es un estado transitorio y requiere esfuerzo y disciplina para adquirirlo. A pesar de eliminar el miedo y brindar seguridad, también puede cegar al alumno y hacerlo impaciente o indisciplinado. Debido a que los fenómenos que se experimentan pueden ser extraños y difíciles de entender, es esencial tener precioso lo que se quiere lograr para comprender la brujería. Sin embargo, requiere disciplina y esfuerzo para aprenderla. 

La coherencia emocional es fundamental para el proceso de aprendizaje porque además de guiarnos hacia nuestros objetivos, también nos ayuda a recibir a prepararse. Según la afirmación del Guillermo Vilaseca (2012) que una vez que se logra vencer el miedo, la persona permanecerá libre de temores por el resto de su vida, ya que a cambio del miedo gana tranquilidad emocional, eliminado sus obstáculos. En ese momento, una persona conoce sus deseos, puede prever nuevos pasos en su instrucción y todo es visible. 

En conclusión, la nitidez moral es un factor esencial para el progreso educativo y también es una de las cosas más importantes para poder tener éxito. Podemos resolver problemas con mayor eficacia y permitiéndonos mejorar nuestro aprendizaje, adquiriendo una comprensión más sólida para lograr nuestros objetivos de manera rápida y eficiente. 

 

REFERENCIAS: 

Castaneda, C. (1976). Las enseñanzas de Don Juan: Una forma yaqui de conocimiento.   https://zoonpolitikonmx.wordpress.com/wp-content/uploads/2013/10/castaneda-carlos-las-ensec3b1anzas-de-don-juan.pdf